El teatro Popular con Rodrigo Rato como protagonista.

No me apetece mucho escribir, así que seré breve. Lo primero que he visto al poner el telediario, sin esperar encontrarme una buena información bien seleccionada y expuesta como es obvio, ha sido ver, como no, la preciosa figura de Rodrigo Rato con su mediatizada escena entrando en un coche patrulla de la policía. Y seguirán dándole bombo al tema hasta la saciedad. Muchos dirán "Hombre, a ver, es lógico. Ha sido detenido por alzamiento de bienes, fraude y blanqueo de capital. No es algo que se vea todos los días". Exacto, no todos los días se puede ver a un corrupto entrando en un vehículo policial. Pero no deja de ser una estrategia de marketing hacia la opinión pública. Pura publicidad. Este caso venía a afianzar casos como la Gurtel, por lo que imagino que Mariano y compañía no tardaron en reunirse para calcular la estrategia. Y es que ahora todos sus seleccionados mensajeros colocados en los medios de comunicación harán una gran exaltación de que esta detención reafirma la integridad y la impoluta eficacia del gobierno en la lucha contra la corrupción y fortalecer la idea de que nuestro sistema democrático y judicial funciona. No es más que una forma de actuar. No es la primera vez que vemos a Cospedal ensayando teatro durante el transcurso de una rueda de prensa. Dos actos: preparación, a la cual no tiene acceso el público, y presentación. Y lo mejor es que pueden presentarlo a su antojo, pretendiendo además dejar claro que no hacen distinción alguna entre colegas a la hora de imponer la ley. Algo, claro está, que no dura mucho. ¿Cuántos días tardó Blesa en salir?

Rodrigo Rato, dando el visto el bueno a las tarjetas opacas.

No es más que un caramelito para la plebe. Una forma de mostrar al público que están haciendo lo correcto y que además lo están haciendo bien, y dentro de un sistema fuerte y sólido, un sistema funcional. Pero lo cierto es que la función es demasiado corta. No suele durar mucho más de una semana. Primero le dan el primer plano para llamar la atención de la gente y despúes lo saturan con otras tantas noticias. Finalmente el espectador acaba aturdido y cansado de tanta información, por lo que olvida la importante, pero con el concepto bien grabado: "Rato ha sido detenido por corrupción. El sistema funciona." Estamos hartos de tragarnos en cada telediario durante años la misma historia. La repercusión de siempre. Pero eso sí, con el mensaje universal de que todo va bien.

El problema de todo esto es que para que una obra de teatro salga bien hace falta un buen guión y un buen reparto. Han abusado tanto del recurso de actuación ante el pueblo que este ya se muestra pasivo ante el. Han mentido tantas veces y tantas veces se ha descubierto que al final pasan dos cosas: una parte de la gente se cansa del tema y otra se entera. Pero, y entrando en otro jardín, esto es España, y el respeto al señorito lo llevamos bien marcado. Con lo cual todo se queda en nada, y ellos siguen campando a sus anchas. Los guiones del PP ya no son creíbles, si es que en algún momento lo fueron, pero no importa, ya que los que leen el guión no reaccionan más que para si mismos.

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