He vuelto de entre el pensamiento.

Madre mía, ¿ya hace más de un mes que no escribo absolutamente nada? Mis disculpas, lectores. Pero tengo una buena excusa. La verdad es que tengo que reconocer que he estado y estoy un poco desaparecido, más en las redes sociales que entre mis amistades, pero desaparecido igualmente. El caso es que con el inicio del verano, el tiempo libre abunda, y claro, empiezas con un librito de novela juvenil, te pasas a libros más serios como El Manifiesto Comunista, y finalmente acabas leyendo tochos académicos como Capitalismo y Economía Mundial, de Xabier Arrizabalo. Y es que en verdad estoy leyendo casi un libro por semana, batiendo mis propias marcas. Es una obsesión, no sé si considerarlo un problema o qué. Aunque siempre será preferible a ver Telecirco o cualquier otra chorrada televisada.

Pero no solo he estado sumergido en el mundo de la lectura. Para nada, el cine ha ocupado más horas que los libros en mis días de verano, llegando a las dos películas por día (o más bien noche). De hecho, he querido hacerlo no solo por placer, sino por interés, ya que mi futuro se verá enfocado hacia el mundo de las cámaras. Pero bueno, no es esto lo que me trae a escribir este post.

Escribo esto porque considero que era importante expresarlo. Al principio estaba barajando entre hacer una crítica de alguna de las decenas de películas que he visto o un comentario de alguno de los libros que he leído. Pero mientras lo decidía, me daba cuenta de que eran muchos. Y no me había supuesto ningún esfuerzo ni aburrimiento, al contrario. En cuanto te dejas, te enganchas a pasar páginas y ha repasar los trabajos más recientes de los directores más prestigiosos y verte sus obras. Lo que intento decir es que este verano ha sido, digámoslo así, una oportunidad de culturizarme, una oportunidad de explorar nuevas ideas y nuevos campos y adquirir conocimiento. Y más y más y más. Cuanto más leo, menos me cuesta hablar o pensar, y cuanto más veo, menos me cuesta criticar o argumentar de forma fundamentada. Formarse como persona es lo que podría decirse que he hecho todo este tiempo que llevo desaparecido.

Solo pido que tú, si me lees, lo intentes, que intentes saber más, que intentes conocer otras vías por las que moverte y pensar por ti mismo, culturízate para ello, y si ya lo haces, me alegro de verdad por ti. Sal de ese porcentaje de personas esclavas del sistema que marca las pautas de la estética y el trabajo como tus únicas obligaciones. Ni el maquillaje ni el capital te ayudan a ser persona, a ser una especie.

Culturizarse debería ser tu obligación - Día Sexto

No hay comentarios:

Publicar un comentario