El Circo.


Pasadas las Elecciones Generales más reñidas de la corta democracia de nuestro país, toca reflexionar y analizar. Estas elecciones suponen un antes y un después para el futuro del gobierno. Gracias a la Ley D'Hont, el partido franquist... digo, el Partido Popular ha ganado las elecciones con una escasa "mayoría" que le impide gobernar. Digo "mayoría" entre comillas porque el PP ha sacado 5 millones de votos frente a los 15 millones que no le han votado, pero no pasa nada, esto es democracia. Por tanto, nos esperan unos días muy cansinos de negociación y pactismo, incluso cabe la posibilidad de volver a votar. Pero el futuro es incierto para todos excepto para el Rey, que siempre gana las elecciones. Hablemos pues de lo que han supuesto en si las elecciones. Para mí, destacan dos cuestiones: el cambio y la manipulación.

¿Aires de cambio?

Para empezar, debemos empezar por preguntarnos si España está realmente respirando aires de cambio. Vale que la presencia de partidos trotskistas como Podemos o falangistas como Ciudadanos en el Parlamento suponen romper con el bipartidismo. Pero ni las coletas ni la nieve podrán enfrentarse a los poderes económicos que gobiernan nuestro país. No podrán enfrentarse a empresas como Iberdrola, que durante la crisis ha aumentado en miles de millones de euros sus ingresos mientras tantos ciudadanos no pueden pagar la factura de la luz. No podrán, en definitiva, y menos como diputados, cambiar la raíz de los problemas de nuestro país, si es lo que mucha gente se espera. Raíces con nombre y cuentas bancarias como IBEX 35, la Troika, Merkel, Deutsche Bank,... Eses son los poderes, el gobierno no es ni más ni menos que el capataz. Por otra parte, el apoyo creciente a las minorías me ha esperanzado. Cuanto antes empecemos a entender que si realmente las urnas sirven para algo, es para crear pluralidad en el parlamento, evitar el monopolio de grandes partidos, antes podremos empezar a hablar de cambio. Pero todavía es insuficiente. Insignificante. Además, ¿que nos han hecho entender por cambio? ¿Votar en unas elecciones que legitiman el sistema supone un cambio? Queridas compañeras, o empezamos a reflexionar sobre nuestra situación y a asimilar que la única fuerza de cambio es organizarse, o no cambia nada. ¿Por qué si no crees que el Estado oprime tanto a esas minorías que se juntan y organizan? ¿Por qué si no crees que se mantiene una ley tan injusta como nuestra ley electoral? Los que nos organizamos y actuamos somos el verdadero cambio. Votar cada cuatro años, con Podemos o con cualquier otro ilusionista, es continuar haciendo lo mismo. Y ya sabemos de qué va lo mismo.

La manipulación

Encuesta del 2 de octubre publicada por El País el 15 de diciembre

Es realmente espectacular la capacidad de los medios para manipular incluso nuestro voto. Desde la publicación de falsas encuestas hasta la marginación de partidos políticos. Por ejemplo, antes de qué la Junta Electoral prohibiese la publicación de nuevas encuestas o pronósticos electorales para la jornada de reflexión, fueron muchos los medios como El País o Telecirco que publicaron encuestas de hace seis meses haciendo creer que eran actuales.


U otro ejemplo es TVE y las televisiones autonómicas, que se pasaron el pasado domingo de las elecciones publicando encuestas, hechas supuestamente a pie de urna, con las que no acertaron una. Encuestas que, por cierto, costaron 427.000 euros, y recordemos que la televisión pública la pagamos todos, aunque no lo parezca. Con esto, y con todo el bombardeo propagandístico, lo que se consigue es desviar la intención de voto de los indecisos hacia las fuerzas que parecen fuertes, pero que en realidad es falso. Otra forma de manipulación es hacer creer que la alternativa es Podemos o Ciudadanos, incluso últimamente se le ha dado relevancia a Izquierda Unida, y marginar a la vez a otros partidos. Cuando, como ya he dicho antes, los partidos monopolistas no son una alternativa. Un ejemplo, algo que me toca muy de cerca, es la Candidatura Nós de Galiza. Yo pertenezco a la militancia de esta candidatura, y nos hemos comido una buena hostia en estas elecciones. Se nos ha marginado de los medios, y se ha difundido en masa que los grandes partidos son lo correcto. Muchos en mi localidad se han alegrado de que en Marea haya arrasado, creyendo que, junto con Beiras en Anova, Galiza tendrá más presencia en el parlamento. Cuando la realidad es que ahora estaremos más desprotegidos que nunca. Con esto, lo que quiero subrayar, es la importancia del apoyo a las minorías que realmente representen una alternativa útil. Porque si por utilidad nos viene a la cabeza Podemos... Significa que los medios están canalizando bien el descontento y la ignorancia.


Para mí esto no supone nada más que estar cuatro días sin un gobierno legítimo. Pero, a pesar de toda mi crítica, y a pesar de la manipulación, me alegra ver como la gente, poco a poco, va tomando conciencia de algo, aunque sea con Podemos, pero al menos toma conciencia. En mi casa, sin ir más lejos, mi madre, que siempre ha pasado de la política porque es de esas personas que dicen eso de "son todos iguales", una gran mentira, ha votado a Podemos. No sé mucho de sociología política, pero el hecho de que la gente se implique, para mí sí es un cambio. Lo único que nos queda, nuestra última baza, es organizarnos como sociedad.

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